Mediante la implementación de MAT®, MATRx® y del refuerzo muscular podemos ayudar a individuos en diferentes situaciones:
Cuando hay dolor, eliminamos la causa que lo provoca, en la mayoría de los casos.
En atletas amateur o profesionales, aumentamos su rendimiento al corregir los desajustes musculares que merman sus capacidades atléticas y que les pueden predisponer a la lesión. Prevenimos así su aparición al asegurar que la musculatura de su cuerpo funciona de manera óptima.
En situaciones postoperatorias, conseguimos una recuperación más rápida y eficaz. También podemos evitar algunas intervenciones quirúrgicas ya que eliminamos la causa del dolor o la lesión, en la mayoría de los casos.
En personas de la tercera edad, evitamos la aceleración del proceso de pérdida en la movilidad típicamente senil y a prevenir y detener el envejecimiento de las articulaciones (artrosis).
Para quienes quieran hacer ejercicio sin riesgo de sufrir dolor o lesión, aportamos el estímulo adecuado para permitir que su cuerpo funcione de forma equilibrada, manteniendo la salud de sus articulaciones y mejorando su condición física.
Para aquellos individuos que padecen alguna patología (ictus, lesión medular, fibromialgia, poliomielitis, artritis reumatoide...) que dificulta su capacidad para moverse o sufren dolor, les ofrecemos la posibilidad de mejorar su calidad de vida, siempre teniendo en cuenta que las mejoras potenciales a obtener dependerán del caso particular.
Suprimimos los eslabones débiles de los deportistas para aumentar su rendimiento.
Detectar y corregir los desajustes musculares de un deportista, mejorará sus capacidades atléticas a la vez que evitará la aparición de la lesión. Localizamos y eliminamos los puntos débiles del atleta con el fin de que pueda sacar el máximo partido a su cuerpo.
Nuestros profundos conocimientos del funcionamiento del cuerpo nos permiten ofrecerle el estímulo adecuado para optimizar su estado respetando la integridad y la salud articular.
Nuestro trabajo pretende optimizar las capacidades de una persona y, para ello, disponemos de herramientas que nos permiten eliminar los eslabones débiles que pueden mermar su rendimiento. Una vez suprimidos, podremos llevar a cabo entrenamiento con garantías de que éste será más beneficioso para su cuerpo.
Estrés de cualquier tipo sufrido por nuestro cuerpo (mecánico, químico, emocional…) o trauma (golpe o intervención quirúrgica) son factores que provocan que la musculatura deje de tener un funcionamiento óptimo.
Este desajuste dará lugar a una alteración en la capacidad que tiene nuestro cuerpo de mover y controlar adecuadamente las articulaciones, pudiendo provocar la aparición de la lesión. Corregimos los desajustes musculares que la causan, de manera que eliminamos su origen sin necesidad de fármacos ni reposo absoluto de la actividad que la ha ocasionado. Por lo tanto, aceleramos la recuperación y evitamos las tan temidas recaídas al eliminar el factor desencadenante de la dolencia.
Nuestro cuerpo utiliza el dolor como sistema de protección y alarma cuando detecta potencial daño o falta de control sobre un movimiento por parte de la musculatura.
Detectamos qué músculos no funcionan adecuadamente y los estimulamos con el objetivo de restablecer la capacidad de nuestro cuerpo de controlar el movimiento, aportándole así recursos para eliminar esta medida de protección llamada dolor.
Nuestro cuerpo permitirá que la articulación o la zona operada se mueva cada vez más y reducirá el dolor asociado, en la medida en la que tenga un mayor control del movimiento por parte de los músculos.
Estimulamos de manera específica la musculatura que mueve y controla la articulación o la zona intervenida con los siguientes objetivos:
Las lesiones se gestan en el momento en el que existen desajustes musculares que condicionan el adecuado movimiento y control de las articulaciones por parte de nuestro cuerpo.
La mejor manera de evitar sufrir algún daño es asegurando una óptima función muscular. Utilizamos herramientas que nos permiten detectar y corregir los desajustes musculares que pueden predisponer al cuerpo a padecer una lesión.
Existe un colectivo de personas que padecen dolencias que les han dejado secuelas en su capacidad de moverse sin limitaciones ni dolor.
Tenemos la capacidad de mejorar la conexión entre los músculos y el sistema nervioso, con lo que aportamos riqueza neurológica y motora a individuos que han sufrido una reducción de ambas como consecuencia de alguna patología. El nivel de progreso dependerá del caso individual, si bien el sistema nervioso siempre es susceptible de mejorar debido a la plasticidad cerebral, que permite provocar cambios y adaptaciones en función de los estímulos recibidos.